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La represión se recrudece en Myanmar

Francisco García Saez | 05 Marzo 2021

Un mes después del golpe de estado de la junta militar, Myanmar parece cada día más lejos de poner fin a un conflicto que ha quedado enquistado y cuya violencia ha experimentado una rápida escalada en los últimos días. El día 25 de febrero los medios informaban de que los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes se habían cobrado un total de 8 vidas, varias de ellas por disparos de fuego real.

 

Sin embargo, este miércoles 3 de marzo, la amenaza de la junta de recurrir a todos los métodos para frenar la oleada de protestas se llevó a cabo de la forma más cruenta posible. Un total de 38 muertos en una jornada en la que los medios informaban de una gran represión sobre las manifestaciones y en la que se podía ver, gracias a la aportación de usuarios de las redes sociales, los métodos de la junta para disolver a los ciudadanos. 

Según informa la agencia Reuters, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está preparando una reunión para advertir sobre los métodos de represión de la junta, en especial por el uso de munición real. Por otro lado, Estados Unidos ha informado del intento de retirada de 1000 millones de dólares de la Reserva Federal por parte de algunos miembros de la junta pocos días después de dar el golpe de estado con el objetivo de protegerse contra posibles sanciones económicas. La imposición de sanciones internacionales o la expulsión del embajador de la ONU en el país son algunas de las consecuencias exteriores, aunque las acciones generales no sobrepasan los avisos y las peticiones de regreso a la normalidad. La reunión del Consejo de Seguridad puede ser la primera definición internacional sobre un conflicto en el que ninguno parece querer inmiscuirse. 

El balance de esta última semana arroja datos que indican un recrudecimiento de la represión por parte de la junta militar. Si bien en 1988 o 2007, la censura de estos movimientos sociales acababa por diluirlos, en esta ocasión, la perseverancia de los manifestantes ha llevado a los militares a explorar métodos muy violentos. Este cambio de tendencia se ha saldado con más de 50 víctimas mortales y 1600 detenidos, según Amnistía Internacional y medios locales.

 

La mayor organización, gracias a las redes sociales y la movilización de los diferentes sectores laborales del país, así como el movimiento estudiantil, han puesto en una delicada situación a la junta militar. Las imágenes que llegan desde Myanmar muestran el uso de gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma y munición real contra los manifestantes, que se afanan en levantar barricadas en las calles, las cuales suelen acabar sobrepasadas por las fuerzas de seguridad. Por el momento, no se atisba la posibilidad de una estabilización del país, ni una cesión por ninguna de las dos partes, por lo que los enfrentamientos podrían empeorar en las próximas fechas. 

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La represión no cesa en Myanmar a un mes del golpe de Estado. Fuente: BBC News Mundo

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